Pues sí, por fin llegó el día señalado y aún no hemos oído hablar de meteoritos, tsunamis, ovnis, alineaciones de planetas, inversión de polos y no se cuantos sucesos anormales, a excepción de otro temblor en Murcia, pero eso fue ayer.
La verdad es que resulta sorprendente como las personas necesitamos evadirnos de la cruda y más que dura realidad, aunque sea con un asunto como este. Ha que ver lo que ha dado que hablar el calendario Maya durante este año, tanto como la prima de riesgo, los desahucios, los rescates, los banqueros, los recortes, el paro y todos esos odiosos términos que han convertido nuestras apacibles vidas en tristes historias personales, algunas peores que otras.
Es difícil poder apartar nuestros pensamientos de esta terrible situación y resulta más fácil creer que sea éste el fin del mundo, aunque no sea tan espectacular como lo planearon los Mayas. Si es que cuando todo va mal, hasta el fin del mundo nos sale rana. Tal vez también los Mayas han sufrido los recortes y han tenido que cancelarlo a última hora. Sea cual sea la razón, lo cierto es que todavía nos queda un poco de mundo para seguir castigándole y castigándonos.
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