Este año nos hemos adelantado a la Navidad en casa de Mamá Josefa sorprendiendo a nuestros piratas favoritos, Hernán y Víctor, con un regalo único y súper-especial ¿por qué? Ahora lo vas a ver.
Los piratas no paran, se pasan los días surcando los 7 mares y encontrando tesoros. Para tanta actividad hace falta un buen desayuno que les aporte la fuerza suficiente para hacer frente a cualquier aventura.
A estos piratas les encantan mojar bizcochos en lagos de leche y pescar cereales en alta mar así que vamos a dejarnos de tazas de marineros de agua dulce que nuestros chicos necesitan tazones para hombretones.
La vida de un pirata es agotadora. Con el mecer de las olas y los cantos de sirena, una cabezadita siempre es bien agradecida. Por eso y para que puedan soñar con lugares lejanos y grandiosos tesoros, un cojín blandito será el mejor aliado.
Nuestros piratas están la mar de encantados con sus botín porque además de ser un regalo rechulo está personalizado con su nombre y lo que es mejor ¡los muñecos se parecen a ellos!
No hay nada como hacer regalos únicos a personas que de por sí, son únicas.
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