Por esos amigos que siempre están hay pase lo que pase, por aquellos que son capaces de congelar el tiempo en su ausencia y cuando vuelven parece que nada hubiera pasado. Por los que con sólo una mirada llegan al fondo de tu alma y te arrancan la mejor de las sonrisas.
También brindo por esos días que consiguen juntarnos a todos porque hay que ver que difícil es coincidir a veces ¿no os pasa?
Nosotros intentamos mantener un día todos los años para quedar, para ponernos al día de cotilleos o simplemente para hacernos la foto de rigor todos juntos. Suelen ser días para celebrar simplemente por eso: porque estamos todos juntos.
Luego están las bodas de los amigos a las que vamos todos ¡esas si que son fiestas de las buenas!
La boda de Íñigo y Ana fue la escusa de este grupo de amigos para retratarse juntos pero en vez de foto eligieron una de mis tazas de muñequitos personalizados con su estilo personal y quedó súper graciosa.
Las tazas son un regalo perfecto por la multitud de usos que puedes darlas.
Desayunar con ellas y que tus amigos (todos juntos) te den los buenos días cada mañana. Puedes colocarla en tu escritorio con los bolis que nunca pintan y que la mala leche se te quite recordando aquellas historias que habéis compartido o en el baño con los cepillos de dientes mientras sonríes al espejo sintiéndote acompañado de tu gente. Porque los amigos son la familia que elegimos y siempre, siempre nos gusta tenerlos cerca.
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